Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/126

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ción”, se acogían remitidos donde se insultaba al periodista de un modo soez, En octubre fué preso en la Villa de Minas y conducido a la capital acusado de ser el autor de ciertos despachos alarmistas — anunciadores de una próxima revolución — pasados a Buenos Aires. En estas condiciones creyó prudente dejar el país yéndose a la capital porteña donde obtuvo un puesto en la redacción de “El Diario”.

En marzo de 1887, de regreso en Montevideo, formó parte de la redacción de “El Día”, diario colorado, pasando más tarde a ser redactor y director de “El Heraldo”, papel público vinculado a la política del Dr. Julio Herrera y Obes, cuya candidatura presidencial triunfó en 1890. Al año siguiente Bachini fué electo diputado por Colonia para el periodo 1891-93 (17ª Legislatura), y en 1894 volvió a la cámara por los votos de Rio Negro.

Distanciado del gobierno de Idiarte Borda, abandonó la capital yéndose a reanudar tareas de prensa en Buenos Aires, donde se valorizaban a pleno sus excepcionales condiciones de periodista. La hora del retorno a Montevideo sonó recién en 1903. y vino para dirigir “Diario Nuevo”, en apoyo del presidente Batlle y Ordóñez, en cuyo período la política de coparticipación partidaria derivada del pacto de paz de 1897 y desnaturalizada a los últimos extremos, llevaba al país camino de la guerra civil que iba a estallar finalmente en enero de 1904.

En esta lucha prolongada y sangrienta Bachini, comandante del batallón 3° de Guardias Nacionales de Montevideo, participó en acciones de guerra en Salto y Rivera.

Restablecida la paz con el vencimiento de los nacionalistas, fué nombrado Cónsul General en la República Argentina desarrollando en el cargo actividades y reajustes de servicio que duplicaron los proventos de la oficina.

Con fecha 7 de diciembre de 1907, el presidente Williman le confió la cartera de Relaciones Exteriores y en sus manos estuvo hasta el 29 de octubre de 1910, con una solución de continuidad de seis meses marzo a setiembre — empleados en una misión especial en varios países de Europa.

Notable y eficaz fué el paso de Bachini por el Ministerio de Relaciones Exteriores, pero hay dos gestiones que merecen muy especial destaque.

Una es la magnífica terminación del pleito casi secular de los límites con el Brasil, conforme al tratado de 30 de octubre de 1909, por el que se perfeccionaban los derechos del país al mismo tiempo que se extendían los límites territoriales de la República en las aguas y las zonas fronterizas Merim-Yaguarón.

Ni uno ni otro de los países, como sucede cuando las cosas se hacen a la luz y honradamente, dejaron de celebrar la solución lograda: ni Brasil ni Uruguay sintieron vulnerados sus derechos, desmembrados sus

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