cias envidiables, no parece sino que su fino espíritu, ecléctico y panteísta, hubiera podido elegirlas.
VISILLAC, JOSÉ
Militar de larga actuación, cuya carrera comienza el año 1858 como guardia nacional. Contaba entonces 18 años, pues había visto la primera luz en la Aguada de Montevideo el 29 de junio de 1840. Subteniente en febrero de 1860 y ayudante mayor en diciembre de 1862, ascendido en el propio mes año siguiente a capitán. Se produjo en el año 1865 la caída del Partido Blanco que ocupaba el poder y Visillac, afiliado a esta fracción política, no faltó una sola vez cuando el partido solicitó sus servicios para recuperar las posiciones perdidas, después de haberlo defendido contra los revolucionarios colorados del general Flores, casi dos años.
En la lucha armada que el coronel blanco Timoteo Aparicio encabezó en marzo de 1870, volvió a la guerra hallándose en las principales batallas y al ajustarse la paz de abril del 72, fué reconocido como sargento mayor graduado en el mes de mayo.
A servicio del gobierno colorado ilegal de 1875, para cuya defensa se alió con sus adversarios tradicionales, obtuvo la efectividad de sargento mayor el 10 de febrero de 1875, contribuyó el mismo año a vencer el alzamiento cívico llamado Revolución Tricolor, y luego siguió adicto al régimen dictatorial del coronel Lorenzo Latorre, con servicios en la policía de San José y en la Administración de Correos del mismo departamento. Jefe sin relieve todavía, recién aparece con actuación personal en la administración del general Santos, cuando, al frente de una partida de 40 a 50 hombres, quiso apoderarse de la jefatura política de San José el 4 de abril de 1884, a cargo entonces del coronel Casimiro García. La tentativa no tuvo éxito y Visillac vió su gente dispersada, con pérdida de algunos hombres, mientras un número mayor caía prisionero, Consiguió escapar sin embargo, pasando a la República Argentina. El movimiento, que repercutió trágicamente en la villa de Porongos y formaba parte de un plan preparado en Buenos Aires por Juan Pedro Salvañach, había abortado lamentablemente. (Ver: Nogueira J. y Salvañach J. P.). En el mismo mes de abril Visillac fué dado de baja del ejército.
El 19 de mayo de 1884, un decreto de amnistía del general Santos comprendió a todos los complicados en la intentona, pero Visillac, no obstante, continuó emigrado y en actitud de conspirador.
Cuando se produjo la invasión revolucionaria de 1886, tuvo el mando del 5° batallón de infantería en el ejército que fué vencido en Quebracho el 31 de marzo, donde fué herido, salvando nuevamente por la fuga.
Cambiada la faz política del país
