migos del régimen santista, no preguntaban a los compañeros de dónde venían.
Se le halla después como gestor de una empresa de colonización en la frontera del Brasil y en el gobierno del general Tajes el coronel Gaudencio retornó a Montevideo, pero también en la ocasión para dedicarse a especular en obras públicas, edificando el gran establecimiento Balneario de la calle Piedras y tentando organizar un Banco Constructor Sud Americano. La formidable crisis financiera sobreviniente lo puso en el trance de regresar nuevamente a Buenos Aires un tiempo después.
Los vientos precursores de la dictadura de Cuestas trajeron de nuevo a esta especie de ave de tormenta; fué reincorporado al ejército el 14 de setiembre de 1897, y lo mismo que sucedió con tantos otros, el dictador, después de hacerlo Capitán General de Puertos por decreto del 13 de marzo de 1898, le buscó querella cuando no la necesitó más, obligándolo a presentar renuncia el 22 de enero de 1900.
En el movimiento revolucionario nacionalista de 1904 contra el presidente Baille y Ordóñez, alcanzó a ser Comandante Militar del departamento de Paysandú y fué promovido a coronel efectivo el 22 de agosto. Activo y enérgico no obstante sus años y su salud deficiente, cayó alguna ocasión en las violencias y excesos que eran propios de su carácter.
En noviembre de 1904 fué designado Ministro del Tribunal Militar de Apelaciones y a poco de ser transferido a Ministro del Supremo Tribunal Militar, falleció en Montevideo el 9 de setiembre de 1906.
GAUNA, TOMAS
Militar nacido en 1829 en el departamento de Paysandú, hijo de padre y madre irlandeses, cuyo apellido verdadero sería Gawn, y luego, por corrupción, Gauna.
Sus servicios de armas se dividen entre nuestra República y la Argentina, en cuyo escalafón también tenía grado; Sarmiento lo llamó el tipo perfecto de nuestros soldados “de las dos bandas”, encarnación del espíritu de frontera, al modo del “oultaw” inglés.
Soldado en las filas coloradas durante la Guerra Grande, después de haber visto como su padre era despojado de sus carretas por el comandante Pinilla, pacificado el Uruguay, trasladóse a Entre Ríos, donde estuvo hasta 1857, año en que recruzó el río para unirse a los revolucionarios conservadores alzados con José Gregorio Suárez y Angel Balsamo a favor del general César Díaz. Vencido y muerto este prestigioso jefe, Gauna emigró de nuevo después de escapar por milagro a la persecución de las fuerzas gubernistas, conforme lo acredita el Jefe Político de Tacuarembó, Pedro Chucarro, escribiendo al presidente Pereira: “el famoso foragido To-
