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noviembre, se le ordenó “no obstante su renuncia” que volviera a ocupar su puesto.

Sometiéndose a la voluntad superior, Barreto se hizo cargo del despacho y en él permaneció hasta el 21 de enero de 1884 en que fué dispuesto su cese en una resolución de términos secos, que extrañó a todos.

Con ella, Francisco León Barreto desapareció de la vida pública y sólo se le encuentra dedicado a la atención de sus estanicias de Paysandú, hasta que vino a fallecer en Montevideo.


LIRA, LUCIANO

Meritorio hombre de letras educacionista y militar, a cuya iniciativa y diligencia se debe el primer repertorio nacional de poesías, que vió luz en 1833 y leva por título “El Parnaso Oriental o Guirnalda Poética de la República Uruguaya”, selección de versos que Dardo Estrada calificó de “muy bien escogida” y reveladora de “mucho tino en la elección”, acreditando las cualidades intelectuales del autor.

Subestimado con frecuencia en difícil tarea que se propuso y llevó a término, y sin que falten, tampoco, sesgadas alusiones respecto a su origen al llamársele “hombre de color” y “pardo algo letrado”, Luciano Lira es todo un benemérito de la literatura nacional. Su obra refleja indiscutible honra sobre su ajustado criterio y su probidad artística,

Originario de Buenos Aires, era hijo de Francisco Lira y María del Rosario Reyes.

Soldado en el ejército de su país, ascendió a subteniente en marzo de 1823, sirviendo en un batallón de Cazadores, para llegar a teniente 1º en diciembre y ser promovido al grado de capitán en el propio mes de 1828.

Emigrado con motivo de las persecuciones políticas del gobierno de Rosas, sentó sus reales en Montevideo para dedicarse a la enseñanza, y en 1832 lo nombraron auxiliar en comisión de la Escuela Normal, de donde fué transferido al destino de preceptor en el pueblo de Las Vacas — Colonia — que dejaba Juan Manuel de la Sota.

Poco tiempo estuvo en su nuevo cargo, si es que algún momento lo ocupó, pues casi en seguida se le halla en calidad de segundo preceptor del mismo la Sota en las tareas de la Escuela Normal.

El año 1833, habiendo resuelto una comisión mixta de señoras y caballeros argentinos, la creación de un colegio de primeras letras, Lira hizo dejación de su cargo para ponerse al frente del nuevo establecimiento, que llevaba por nombre “El Ateneo”.

En este período de docencia concibió y emprendió la tarea de editar su Parnaso, a cuyo efecto y siendo hombre de limitados posibles, hi-

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