Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/837

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El diario montevideano “La Tribuna” responsabilizó públicamente al coronel Moreno de la muerte de Mesa, y Juan Manuel de la Sierra, en su conocido libro, dice refiriéndose al caso, “que fué hecho fusilar por su orden”.

El inculpado protestó desde las columnas de “El Siglo”, alegando que solamente había cumplido una orden del Presidente de la República, Gabriel A. Pereira.

En 1925, Eduardo Moreno, en su estudio “Aspectos de la Guerra Grande”, insertó copia autografiada de una carta fechada el 7 de febrero, en que contestando a dos de Lúcas Moreno, donde parece que éste le consultaba el caso y aludía a empeños del general Medina en favor de Mesa, el enconado anciano Presidente, implacable, le dice, con algún tono de reproche todavía: “Vd. debe saber, mi querido coronel, cuáles han sido desde el principio las órdenes del Gobierno. El Decreto que se adjunta (el de 1° de enero de 1858), que declara a todos los revolucionarios reos de lesa patria y dispone su ejecución en seguida de ser aprehendidos instruirá debidamente del proceder que debe seguirse”.

“Vd. sabe que en el Paso de Quinteros no ha habido consideración con jefes de valer, y por consiguiente debe cumplirse el decreto”.

“En cuanto a lo que me dice con referencia al Gral. Medina, nada me ha dicho, ni aunque lo hiciera, podría complacerlo”.

De ese texto resultaría que el coronel Moreno, en vez de proceder ensañadamente contra su adversario prisionero, retardó, cuando menos, la ejecución inmediata, con su previa consulta al Presidente de la República.

Afectado a lo que parece por las voces propaladas con motivo del fusilamiento de Mesa, Moreno solicitó del Fiscal Militar coronel Salvador antecedentes de la causa donde habíase dictado la sentencia por el Consejo de Guerra, a lo cual contestó el Fiscal que no se preocupare del asunto “puesto que sólo había dado cumplimiento al superior decreto” y “el delito de Mesa era notorio”.

El Consejo, que funcionó con cinco jueces militares, estuvo presidido por el coronel Marcos Rincón y el reo fué condenado ”a la pena de muerte por arcabuceo”.


MIRANDA, AVELINO

Uno de los Treinta y Tres patriotas que a órdenes de Lavalleja desembarcaron en la Agraciada el 19 de abril. Era nativo del Miguelete, donde su familia tenía propiedades, y vivía en la Argentina, sin que conste hubiera sido militar, cuando decidió enrolarse — hombre joven todavía — entre los audaces expedicionarios del año 25.

El 1° de mayo fué destinado al Regimiento de Dragones Libertadores, tocándole encontrarse en la victoria de Sarandí el 12 de octubre de 1825, y ser ascendido a cabo el 1° de noviembre.

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