MUÑOZ, ENRIQUE Julio
Médico de distinguida actuación entre los facultativos de su tiempo. Había nacido en Montevideo el 31 de marzo de 1820, hijo de Francisco Joaquín Muñoz y de Cipriana Herrera. Luego de cursar estudios generales pasó a Europa para seguir carrera de médico, doctorándose en Ediburgo.
Reintegrado a la patria en 1846, en pleno sitio de Montevideo, se consagró a servicio del hospital militar y de la población sin recursos.
En julio de 1851, sabido en la capital el pronunciamiento de Urquiza contra el tirano Rosas, el doctor Muñoz se embarcó para Entre Ríos a ponerse a las órdenes del general Eugenio Garzón, como médico cirujano del ejército que se aprestaba para abrir operaciones contra las fuerzas del general Oribe, portando consigo, costeado de su bolsillo, un completo equipo de campaña.
Profesional de renombre, médico del Hospital de Caridad, secretario de la Junta de Higiene, miembro fundador, en 1847, del Instituto de Instrucción Pública, tuvo también participación activa en la política como representante del pueblo, figurando entre los revolucionarios conservadores en las jornadas de 1855. Ejercía mandato de senador, cuando el gobierno de Pereira, en 1857, dispuso arbitrariamente su destierro. En esas circunstancias, como se negara a acatar las órdenes del comisario encargado de trasmitírselas, el Jefe Político, coronel Luis de Herrera, constituyéndose en su casa, obligó al Dr. Muñoz, abocándole una pistola al pecho, a que se embarcara de inmediato para Buenos Aires.
El 2 de octubre de 1860, en circunstancias que visitaba a su colega el Dr. Michaelson, a quien tenía bajo su asistencia y que iba a dejar la vida cuatro días después, el Dr. Enrique Muñoz falleció de un ataque repentino.
MUÑOZ, FRANCISCO JOAQUÍN Sinforiano
Ciudadano cuyos grandes servicios al país remontan a la época de la emancipación: constituyente del año 30, ministro de Estado y hombre político.
Nacido en Montevideo el 21 de agosto de 1790, hizo sus estudios en Buenos Aires — donde los colegios eran muy superiores a los de la ciudad natal — para dedicarse después a empresas comerciales, que estaban en plena prosperidad al estallar la revolución de mayo de 1810.
Muñoz, adhiriendo con entusiasmo a la causa de la patria, sufrió persecuciones de las autoridades españolas, que concluyeron extrañándolo de la ciudad, Apoyó los movimientos revolucionarios de Mercedes, pasan- do después a Buenos Aires, donde fué Regidor del Cabildo, hasta rein-
