1873, hizo de Peñalva su Ministro de Hacienda. Llevaba para acompañarlo en el gobierno a uno de los hombres más honrados que podían hallarse en la República, muy entendido en cuestión de números, contabilidad y materia hacendística general, pero de cortas miras, incapaz de abarcar las dificultades y los problemas conexos a la cartera de Hacienda en momentos angustiosos para el país. Por lo demás, sería del caso pensar las cosas tenían solución posible, y si era viable hacer algo más que capear el temporal con medidas de emergencia.
Ante la gravedad del problema financiero tuvo que dejar el ministerio el 14 de setiembre de 1874, para ser sustituído por el Dr. Pedro Bustamante, que escollaría lo mismo que él, tal vez por las mismas razones recién apuntadas.
Votado para representante por Montevideo en la legislatura 13ª que se reunió en 1879, hizo abandono de su banca de diputado para ocupar nuevamente el Ministerio de Hacienda, a raíz de la elección del doctor Francisco A, Vidal, el 20 de mayo de 1880. Mucho había que hacer y reajustar en las dependencias directamente a su órdenes, y entró en tareas con el ánimo decidido de quien administra como un rígido gerente. Pero su permanencia en el gabinete duró poco, pues al plantearse la primera incidencia grave entre el coronel Santos, Ministro de la Guerra y sus demás colegas, Peñalva hizo dejación de su cartera en 1881. Tuvo tiempo, asimismo, para dictar una larga serie de disposiciones sobre materia rentística y de aduana, cuyos almacenes fueron prolijamente inventariados.
El gobierno, decidido a utilizar sus servicios en otra forma administrativa, le confió en seguida, el 8 de enero de 1881, la Dirección General de Correos y al frente del organismo postal estuvo hasta el 30 de diciembre de 1882, fecha en que acogióse á una jubilación que tenía ampliamente ganada.
En 1884 volvió al Senado por el departamento de Montevideo, permaneciendo en el cargo un año, pues en 1885 pasaba a representar en diputados a los mismos electores de la capital. Falleció de muerte repentina el 14 de agosto de 1890.
PEÑAROL, FÉLIX (Ver Crosa Peñarol)
PEREDA, ENRIQUE Francisco
Militar, cuya inquebrantable entereza cívica obstó los ascensos en una hermosa carrera de armas, pues le tocó vivir épocas aciagas para los soldados de honor y de templado carácter.
Nacido en Montevideo el 25 de diciembre de 1843, hijo de León Pereda y Casiana Arrúa, por verdadera vocación de soldado ingresó en la primera Escuela Militar Oriental, fundada en tiempos de Pereira.
Interrumpiendo los estudios en aras de sus convicciones políticas,
