el juicioso niño en este arte un legista consuma- do.» Y el aludido no fué una excepción; posee- mos composiciones latinas de aquel tiempo, de- bidas a muchachos y muchachas de diez años.
El quadriviuam significaba menos para la ge- neralidad. Se le designa, de ordinario, como el es- tudio de las ciencias matemáticas, en las que tam- bién se contaba la música. La Geometría no pa- saba de los elementos. La música recibía más bien carácter práctico, estudiándose en el coro y en el servicio divino. Sólo a partir del siglo x1 co- mienzan las obras teóricas. La Astronomía era de utilidad para la fijación del horario y del ca- lendario y la determinación de la fiesta pascual. En la Aritmética se aprendían las reglas del cur- so de las estrellas, y también la seudociencia de la Astrología y el modo de interpretar por la ór- bita de los astros los destinos de la humanidad. Hacia el año 1000 introdujo el famoso Gerberto el primer globo y las tablas calculadoras proce- dentes de los árabes. La Zoología se estudiaba sobre el llamado Phisiologus, libro de cuentos del siglo n, que describía indistintamente animales le- gendarios como el unicornio, el dragón, y anima- les existentes; la Botánica se practicaba en los huertos de los Monasterios.
Todo el saber se inspiraba en los conocimien- tos de la antigiiedad. De ellos no se salió en un principio. Pero del patrimonio espiritual de los
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