Las rentas ordinarias de la corona de Castilla habian menguado de tal modo durante el reinado de Enrique IV, que sólo importaban 3.540.000 rs. (reducidos á nuestra moneda actual) de 26.550.000 á que habian ascendido en los anteriores reinados de Enrique III y Juan II. Por eso se ideó el plan de confiscar los bienes de los judíos, creando primero el tribunal de la Inquisicion; mas, como no bastasen sus ejecuciones, se decretó el medio expeditivo de la expulsion en masa en 1492. ¿Cómo habia de alcanzar á la mísera gente gitana una persecucion sólo dirigida á la riqueza? Así que el Santo Oficio nunca se ocupó de los gitanos, y éstos sólo tuvieron que habérselas con los cuadrilleros de la Santa Hermandad, cuyas atribuciones eran de muy diversa índole.
No; los gitanos no pasaron de España al resto de la Europa. Si algunas bandas pudieron penetrar por el lado de Vizcaya, y se difundieron en el Mediodía de la Francia, fué anteriormente á la gran expulsion de judíos y moriscos, como verdaderos gitanos tales, como vagabundos que no eran de raza vascongada, ni ibérica, ni hebrea, ni sarracena.
Aquí, mejor que lo que nosotros pudiéramos
decir, reproduciremos las mismas palabras de un escritor
español de actualidad, que nos servirán para
proseguir en esta relacion histórica.
Dice así el autor de Miserias imperiales:
«Desde que ese pobre pueblo errante y vagabundo, arrojado del fondo del Asia,—bien por Timur-Lenk, conocido por el Gran Tamorlan, ó más bien por otros guerreros anteriores,—se extendió por Europa,