comprimirse las arterias con los dedos, pero hay otras que permiten el uso de vendas; esto último sucede principalmente sobre los miembros.
En la hemorragia arterial, siempre debe comprimirse entre el corazón y la herida. Puede apretarse con los dedos; compresión digital (láminas 60 á 78), ó mecánica, con vendas elásticas en los miembros; también con una tela inextensible (láminas 63 á 73), pero teniendo cuidado de no apretar demasiado y nunca dejarla más de media hora puesta sobre la arteria. También ajustándola con una varita ó garrote (lámina 69), haciendo torniquete (láminas 77 y 78, pero esta presión fuerte no puede permanecer mucho tiempo (un cuarto de hora), sin producir gangrena (lámina 74).
Para hacer con éxito ese primer auxilio tan urgente, debe estudiarse bien la anatomía, especialmente el trayecto de las arterias; enseñarles perfectamente á utilizar los dedos y el uso de la venda elástica y del paquete de curación, lo cual sería preferible en los soldados, que hacerles el tatuaje correspondiente como se ha propuesto.
Para detener la pérdida de sangre con una compresión eficaz del tronco de la arteria, es preciso de una parte, es preciso de una parte, conocimientos, cierta práctica, habilidad, buena voluntad y paciencia, si no llega el médico pronto. Los dedos se cansan pronto y aflojan y sucede que el torniquete mejor aplicado, se desvía fácilmente por el transporte, y en este caso es más dañoso que útil.
La compresión digital es la más rápida y eficaz; pero la mecánica es más durable su efecto.
Las hemorragias arteriales del tronco, están casi fuera de nuestro alcance; porque la aorta torácica, que es el vaso por donde sale la sangre del corazón, está encerrada en el tórax (láms. 14 á 19); la aorta abdominal, en caso de grandes hemorragias de los órganos de la parte inferior del vientre en las per-