El médico cohibirá definitivamente la hemorragia, haciendo la ligadura de la arteria.
Hay ciertos sitios en el cuerpo del hombre, donde las arterias están situadas tan superficialmente que pueden con facilidad ser comprimidas contra algún hueso subyacente; por consiguiente, es necesario conocer estos sitios que se distinguen fácilmente porque se siente con los dedos el pasaje de la sangre (pulso), á través de los vasos. En caso de convencerse que la herida es de esta naturaleza, se comienza por alzar algo el miembro; al efecto, se pone al descubierto la parte herida, y se aplica una compresa ó pañuelo limpio y se ata sólidamente, y si á pesar de esto la sangre continúa saliendo, se busca el tronco de la arteria entre la herida y el corazón y debe elegirse el punto superficial más cercano á la herida (lám. 18 y 19), poniendo en reposo ó levantando el miembro para facilitar la circulación y para comprimir la arteria firmemente é impedir el pasaje de la sangre que viene del corazón hasta que cese la sangre de pasar (lámina 78).
Hay que ser práctico en tomar el pulso, lo cual se hace apoyando la yema de los dedos (cualquiera menos el pulgar, porque podría confundirse con su propia arteria) sobre el trayecto de la arteria.
Hay partes del cuerpo en las que sólo pueden