debido á unos vegetales de la clase de los hongos, que son tan pequeños, que por eso se llaman microbios y que hay en todas partes.
Todo el mundo sabe, con qué facilidad los médicos pueden infectarse de esta manera, ó por algún descuido en las precauciones, y cuantos son, los que pierden así la salud ó la vida misma por los gérmenes sépticos ó infecciosos.
Las precauciones y las reglas para las curaciones tienen por punto de partida, el hecho de que los gérmenes de la infección, están en todas partes y llevadas en el aire por las partículas de polvo que las depositan sin cesar sobre todos los objetos de las habitaciones, el agua, muebles, ropa, manos, etc., que infectan ó son llevados por los objetos, los dedos, instrumentos, etc., á las heridas, y deben, por consiguiente, ser alejados de todas partes, destruyéndolos siempre para privarles de que se reproduzcan y causen mal con sus propiedades tóxicas ó venosas (desinfectar ó esterilizar).
El peligro mayor es que penetre polvo ó tierra infecciosa en las heridas; por consiguiente, ni hilas ni emplastos (colodio, brea, etc.), ni esponjas que hayan ya servido, ni tela usada, ni género sucio debe ponerse en contacto con ellas: no se las tocará nunca con los dedos desaseados ó infectos; es decir, siempre que no acabemos recién de lavarlos perfectamente con agua hervida, jabón y cepillo y desinfectarlos para sobre todo: no dañar.
Si la herida está sucia por arena, tierra, barro, etc., se la puede lavar y enjuagar; pero solamente con el agua límpia y si fuera posible pura ó hervida y tapar con un trapo límpio, pañuelo de bolsillo, toalla, servilleta, etc., si hay á mano gasa, algodón y una venda. En caso de necesidad, se podrá emplear el agua de fuente, de lago ó de río bien claro; pero preferirán si es posible, el agua limpia que haya hervido (agua desinfectada), porque la ebullición destruye los gérmenes.
En todo caso si se pone sobre la herida, como cura, una compresa de tela hervida, ó una compresa de gasa, algodón, etc., esterilizado, ó im-