dades; dolores y á veces desorganización en los tejidos (gangrena).
Las tentativas para hacer volver á la vida deben ser hechas con la mayor prudencia. ¡Si se conduce sin transición á un congelado á una habitación caliente, está perdido, sin duda alguna! Llévelo con gran cuidado, á un lugar cerrado; pero frío y desnúdenlo con prudencia, teniendo cuidado de no romper los miembros. Si hay nieve, envuelvan con ella todo el cuerpo, fricciónenlo fuertemente con esa misma nieve; si no hay, cubran y friccionen al enfermo con lienzos mojados y fríos, con arena fría, pasto, heno, hojas. Pónganlo en un baño de agua fría á la temperatura del hielo y se hace entonces, de vez en cuando, movimientos respiratorios artificiales (como en los semi-ahogados).
Cuando los movimientos de la respiración llegan á hacerse espontáneos y los miembros empiezan á ser más flexibles, se transporta el enfermo á una habitación calentada moderadamente, se ponen sobre él cobijas frías, y se le fricciona continuamente, hasta que pueda usarse, poco á poco, mantas ó franelas calientes (sacos, ropa, frazadas) y entonces recién se puede aumentar el calor en la habitación, ó acercarlo al fuego lentamente.
Recién entonces, se prueba hacer volver en sí al enfermo, por los olores (sal amoniaco, éter, cebollas cortadas, etc.), por los estimulantes internos (café frío, caldo, vino aguado, etc.).
Si ciertas partes del cuerpo, quedan insensibles, amoratadas ó si se ponen tumefactos y se forman flictenas, entonces hay peligro inminente de que se gangrenen ó necrosen. Algunas veces, es posible apartar este peligro, envolviendo estas partes, después del primer auxilio, con vendajes y poniéndolas en una posición levantada (pierna ó brazo en alto).
Como medida precaucional para evitar ser herido por el rayo; jamás deben guarecerse durante una tormenta debajo de un árbol aislado,