á recibir tierra ó polvo; ser recorrido por moscas ú otros insectos; tocado por ratas, ratones, gatos, perros, etc; debe usarse sin antes asearse y desinfectarse.
Luego, las manos y boca, bien lavadas cada vez que se va á comer, aunque sea un bocado.
El agua que bebemos ó ponemos con cualquier líquido es el vehículo de gran número de infecciones, especialmente de fiebre tifoidea (lámina 163), cólera, disentería y enteritis de diferentes especies, y para precavernos, debemos filtrarla, hervirla y aerearla para todos los usos.
Los filtros de porcelana Chamberland son los únicos que no dejan pasar los microbios á través de sus poros; pero, necesitan ser sin rajadura y diariamente limpiados á cepillos y chorros de agua, y á lo menos semanalmente, desinfectada al hervor ó vapor de agua; sino, dejan pasar más microbios que el agua sin filtrar.
Así, el hervor es lo más seguro; pero, como el agua con esta operación pierde los gases (aire), que contiene y la hacen liviana; hay que transvasarla en vasijas limpias, de cierta altura para que se disuelva el aire nuevamente, para que sea digerible como bebida.
En los casos de epidemia de cólera, tifoidea, disenteria, debe hacerse hevir los repasadores, loza, cubiertos, etc., etc., ó pasarlos al horno ó á