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El castigo corporal enseña a los niños a aceptar y a tolerar la agresión. Siempre se incluye prominentemente en las raíces de la agresividad de los adolescentes y adultos, especialmente en aquellas manifestaciones que toman forma antisocial como la delincuencia y la criminalidad.
Philip Greven, profesor de historia, Universidad Rutgers
Siempre he abogado por la abolición total del castigo corporal y creo que la conexión de la pronografía con dicha orientación proviene de nuestra tradición de pegarles a los niños.
Gordon Moyes, D.D. pastor, Iglesia de la Unidad, superintendente de la Misión Central de Wesley en Sydney, Australia.
El argumento religioso más mencionado en apoyo del castigo corporal está basado en unas citas del Libro de los Proverbios. Utilizando el mismo tipo de lectura selectiva, también se podría fácilmente citar a la Biblia como una autoridad en defensa de la esclavitud, la supresión rígida de las mujeres, la poligamia, el incesto y el infanticidio. Me parece a mí que no se puede hacer coincidir a las prácticas brutales y vengativas del castigo corporal con los temas más importantes del Nuevo Testamento que enseña amor y perdón y el respeto por la belleza y la dignidad de los niños y que tan contundentemente rechaza la violencia y el castigo como una manera de resolver los conflictos humanos.
Thomas E. Sagendorf, pastor, Metodista Unido, Toledo, Ohio
El desarrollo del autocontrol, que llamamos conciencia, es el resultado de la relación positiva de los niños con las personas que los cuidan. La experiencia de los niños de amor y respeto promueve el desarrollo de la conciencia mientras que la experiencia de miedo o dolor, como resultado de las nalgadas y de las palizas, interfiere con este desarrollo. El castigo físico de los niños debe acabarse si deseamos que nuestra sociedad se convierta en una sociedad gobernada por la conciencia y el autocontrol en lugar de estar gobernada por la ausencia de éstas.
H. Patrick Stern, M.D. profesor adjunto de la facultad de pediatría, psiquiatría y pediatría conductual de la Universidad de Ciencias Médicas de Arkansas.
El inflijir dolor o malestar, aunque sea muy leve, no es un método deseado para comunicarse con los niños.
Asociación Médica Estadounidense, (Casa de los delegados), 1985
Ser disciplinado como esclavo crea el temperamento esperado de esclavos... Golpear a los niños y aplicarles otros tipos de castigo corporal no es la herramienta apropiada para quien busca formar hombres inteligentes, buenos y sabios.
John Locke (1632-1704), “Pensamientos sobre Educación,” 1692
No censuréis precipitadamente al niño, que tanto se apagará su inteligencia como se desalentará su diligencia, sino reprendedlo con dulzura que lo dispondrá a enmendarse y lo alegrará en avanzar con amor y con la esperanza de aprender... Dejad al maestro decir: “Así os irá bien.” Porque os aseguro que no existe piedra mejor para afilar las buenas intenciones y para alentar el amor por el aprendizaje que el elogiarlos... Es mi opinión que el amor es mejor que el miedo, y la dulzura mejor que el azote para educar a un niño correctamente en el aprendizaje.
Roger Ascham, (profesor particular de la reina Isabel I), The Schoolmaster, Inglaterra publicado alrededor de 1568.