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El canto de las sombras
ESCLAVITUD
Amor, que nuevamente me has vencido cuando más lejos de creer estaba, que el corazón tan hondamente herido nunca del todo su pasión sangraba.
Amor, que nuevamente has conseguido eruzarme con la flecha de tu aljaba, cuando menos hubiera presentido que tu recuerdo mi mansión rondaba.
Amor, benigno o cruel, que me sacudes rompiendo una vez más estos aludes con que mi vida su ilusión enerva;
aunque seas de nuevo mi asesino, ven, alfombra de rosas el camino . y mátame después ¡yo soy tu sierva!
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