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El canto de las sombras
Buscaré los recuerdos adormidos entre los olmos y las palmas solas, si el eco vive del primer suspiro, o como un ala el postrer beso flota.
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Iré al miraje del Amor que canta, aunque le fuera ya desconocida, a presenciar la voluptuosa danza de los rosales que el vergel cautiva.
Iré toda temblante, como un hada, como una sombra, toda mustia y fría; econ un lirio en el pecho. Toda blanca, para acercarme con color de ruina,
IV
.Y será en una noche en que mi alma tenga otra vez arrobos de azucenas, languidez de perfumes y de gasas, inquietudes de citas y de esperas;
que sintiendo nostalgias de retorno baje el jardín para quedarme muerta. Amor, pasando, cerrará mis ojos y un dedo astral deshebrará mis trenzas.