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El canto de las sombras
EL OSCULO DE MI SOMBRA
Ya llora en el confín la estrella mía ; aquella estrella tristemente hermosa que embarga de inefable fantasía mi pobre corazón cuando reposa.
La miro palpitar en lejanía, como el oro de etérea mariposa que sedienta de astral melancolía fué a sondear el misterio de una rosa.
¡Oh! beso de mis noches argentadas, suspiro de mi arrobo y mi tristeza ¡cuánto diera por ir a tus ocasos;
volar sobre tus nubes alunadas, y estrecharte después, en. la terneza, cual su cabeza rubia entre mis brazos!
ti Pi ES
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