El canto de las sombras
EXCELSITUD
¡Sueña! No lo despiertes; era un ángel y en un sueño de nubes se ha dormido; necesita el arrobo de las tardes para su intensa languidez de lirio.
Ha escalonado el cielo. ¡Este mundo era impropio a sus destinos!
¿Creítes, por ventura que era humano? Oh, pobre corazón! y en tal ereencia tal vez llegaste a amarlo? Las almas son amores de otra tierra,
y allá los himeneos con música de trompas se celebran.
Y si es que lo has querido como ángel, como aroma, como salmo, porque ora que está mudo y que está frío, porque ora que está blanco
le lloras con dolor desesperante ? ¿La noche no es la novia de los astros ?
¿No hay besos en las lumbres,. no tienen ceñimientos las estrellas ? Acaso no respiran los perfumes? Acaso los silencios no conversan ?
Si fué una religión E aue sentiste, ahora sé beato ¡al fin es ella!
Incienso, más incienso, ¿no ves sus espirales ? ¡Qué santas son las manos de los templos, qué eternas las plegarias de los cálices!
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