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El canto de las sombras
BEATITUD
Este es el claustro de mi sombra andante; en pos de esta alameda rumorosa yo besaré el rosario palpitante, hecho de aromas y laurel de rosa.
Este es el templo de mi eredo amante; ceñida con la veste religiosa iré por esta soledad, temblante, con la blancura de una muerta esposa.
Y al linde de estas plantas incengarias hojeando de mis penas solitarias la triste biblia, para nunca escrita;
comulgaré con Dios íntimamente, mientras me alumbre así mi sol creyente, «como una inmensa lámpara bendita.
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