El canto de las sombras
SANTOS LUGARES . . Memorias montevideanas
I
Ancho patio, patio amigo de las risas y los juegos, de los cuentos y las ruedas; : ¿Qué se han hecho aquellos chicos que trazaban en el polvo de tu suelo la rayuela? Qué se han hecho, patio triste, patio lleno de fragancias que mil cosas me recuerdan, los amigos de la infancia, los hermanos de la escuela?
Patio enfermo por los años, patio mudo por la ausencia!
Aún está el aljibe rosa bajo el techo de las ceibas; la ventana de la alcoba, de la alcoba de mi madre aún está con sus doseles de tupida madreselva. Me parece que la escucho, me parece que la viera con sus ojos y sus trenzas. ¡Pobre madre! también ella ha sentido de los tiempos la verdad de lo que llega!
TI
Mas. .. ¿qué tengo? Siento frío al mirar esas paredes de la estancia solariega. Me dá miedo este mutismo; todo yace en el olvido. ¡Qué recuerdo! ¡Qué tristeza ! Ya no surge en espirales de la antigua chimenea con fragancia de eucaliptos aquel humo que nublaba los contornos de la higuera.
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