El canto de las sombras
por las montañas,
sombra que crece
que disminuye, que se agiganta; e interrogando vallés y montes ríos y vegas, huertos y playas, como dudando
si la esperaban;
busca algo incierto
que nunca alcanza,
algo que corre cuando ella corré y se detiene, cuando descansa... Sueño o suspiro,
duda, esperanza,
fe que se extiende
sobre dos alas
hasta los muros de una vivienda blanca, muy blanca,
casi suspensa de-los ramajes. cual nívea garza.
AMlí la sombra
cesa en su marcha,
allí sus formas
toma aquel alma;
y en los narcisos de los canteros ya moribundos por la nostalgia, en los guaduales aletargados,
en los estanques de muertas aguas, en los aromos de los caminos
«que hacen guirnaldas
cuando se besan,
cuando se abrazan
a los empujes
de enfermas auras;
con la tristura de algún pasado late el recuerdo de sus miradas... Y el sentimiento toma expresiones ; y todos hablan
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