nes muy celebrados de los antores, y en tanta abundancia que podemos dezir copia nocet, porque ni ay ſalida para tanto como ſe coge, y alos Indios los ha muerto tanto como ay, porque lo beben ſin medida, haſta caer, y como es tan fuerte, les abraſa las entrañas, entre todos ſon mexores, y de mas eſtima los moſcateles, he viſto algunos que al parecer ſon como el agua, tan claros, y chriſtalinos como ella, pero el effecto es muy differente en el eſtomago, porque lo calientan como ſi fuera agua ardiente.
Otros vinos ay tambien blancos que ſon de eſtima como sõn los de vba torrõtes y albillo, otros ay rojos, y tintos, que ſe hazen dela comun vba negra, y dela mollar, y otras de varias ſuertes, cuyos razimos ſon tan grandes, que admiran, en particular me acuerdo de vno que por moſtruofidad mando preſentar vn cauallero a Nueſtra Señora, el qual era tan crecido, que ſolo el lleno vna buena ceſta, y fue ſuficiente para que comieſſe de el toda la comunidad de frayles, que no ſon pocos, aſſi me lo contaron los meſmos religioſos, y el cauallero, que le preſento; ſon conſiguientemente las cepas muy grueſas, cuyo tronco ſera en algunas partes como el cuerpo de vn hombre, y ningupo podra abarcar con ſus brazos la cabeza quando ſon de viña hecha.
CAPITVLO IV.
Dela riqueza natural del Reyno de Chile, que ſon ſus minas de oro, y otros metales, y dela induſtrial de ſus frutos.
Dela riqueza natural del Reyno de Chile, que ſon ſus minas de oro, y otros metales, y dela induſtrial de ſus frutos.
C
Omponeſe la riqueza de eſta tierra lo primero delo que la naturaleza le dio gracioſamente independentemente dela induſtria humana, y lo ſegundo delo que eſta ha inventado para lograr ſu gran fertilidad, y generoſa virtud, a la primera parte pertenecen los minerales de oro, plata, cobre, eſtaño, azogue, y plomo, de que Nueſtro Señor las enrriquezio. del cobre ſe labra toda la artilleria del Perù, y de todos aquellos Reynos (de que ay mucha prevencion en aquellas coſtas, y preſidios) todas las campanas delas Ygleſias, y las alajas para ſu ſeruicio, y para el vſo domeſtico delas caſas, de manera que no paſſa ya de Eſpaña nada de eſto, deſpues que le començaron a labrar eſtas minas de Chile, porque dan abundantiſſimamente todo lo neceſſario para eſtos meneſteres.Del plomo ſe ſaca poco, porque es menos neceſſario; menos del azogue, porque ha poco ſe deſcubrieron eſtas minas, y comenzandolas a beneficiar, ſe allano la difficultad que hauia de ſacar el de Guan cabilica, que es en el Perù, y aſſi no ha ſido neceſſario labrar las de Chile. Tan poco ſe labran en cantidad conſiderable las de plata, porque ſon de menos coſto las del oro, y aſſi ſe han aplicado todos a eſtas; las quales ſon tantas, tan ricas, y tan frequentes, que deſde los primeros terminos de eſte Reyno, comenzando por los confines del Perù haſta el eſtrecho de Magallanes, no ay parte, donde no ſe hallen, y aſſi dixo Fray Gregorio de Leon en ſu mapa de Chile, y otros autores, que ſon tantas eſtas minas en eſte Reyno, que mas valia llamar eſta tierra vna plancha, o lamina de oro, que ponerſe a contar ſus minas por ſer inumerables.
Todos los Autores que hablan de eſte pais dizen grandes encarecimientos de ſu riqueza, y lo meſmo todos los que han nauegado por el eſtrecho de Magallanes y hecho de el ſus deſcripciones. Antonio de Herrera en la hiſtoria general delas Indias dize, que en todas ellas no ſe halla oro, que iguale en ſus quilates al de Valdiuia, que es Prouincia de Chile, ſino el famoſo de Carabaya; y que quando ſe labrauan aquellas minas, que fue antes que ſe reuelaſſen los Indios, que oy ſe han dado ya de paz, Sacaua vn Indio de ellas cada dia veinteycinco y treinta peſos de oro, que montan mas de quatrocientos, y quinientos Reales de plata que es vna peregrina ganancia.
Y los ya citados Iuan, y Theodoro de Bry dizen que quando fueron los nodales a paſſar el eſtrecho de S. Vicente, que llaman de Maire, ſalieron dela parte dela tierra del fuego vnos Indios, que cambiaron con los Eſpañoles vn pedazo