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DEL REYNO DE CHILE.

extraordinario interes, y conueniencia, o huyendo dela muerte que les amenaça por ſus delitos, la han hallado mas breue, y mas cierta en eſtas ſierras, que en las las priſſiones, y carceles, donde la temian.

Quedan eſtos ſepultados, no en ſepulcros blanqueados por de fuera, ni debajo de frias loſas, y elado marmol, ſino dentro del meſmo yelo, y nieue, que ſin necceſſidad de balſamo, o otros preſeruatiuos de corrupcion los cõſeru incorruptos, y ſecos, como ſe han hallado muchas vezes deſpues de muchos años; porque es tal el frio de aquellos montes, que enjuga, y ſeca ſin dar lugar alos effectos, que cauſan en los cuerpos muertos la humedad, y calor, que los deſtruye, y corrompe.

Eſta tan inſuperable difficultad de paſſar la cordillera, es menor al entrar, o ſalir del hiuierno, por no eſtar entonces tan aſentados, y fijos los temporales de las nieues, que cierren el paſſo; y aſſi ſe arrojan algunos a paſſarla en eſtos tiempos, aunque nunca ſin gran peligro, y ſiẽpre por algun grande interes, que les obligue a ello, y ſi algunas veçes les ſale no tan mal, porque tienen dicha de hallar el cielo ſereno, mientras la paſſan, (aunque ſiempre es con immenſo trabajo). pero tal vez les ſale tan caro, que ſe quedan riendo, aunque ſin gana.

Otros he viſto que eſcapan con la vida a Dios miſericordia, porque el temporal los al alcanço menos empeñados en el camino, y aſſi pudieron huir, retirandoſe con tiempo alos bajos; otros abriẽdo por las barrigas las mulas, en que van, ſe entran dentro de ellas, y con aquel calor, y otros reparos, que hazen dela ropa, y fardos, que lleuauan, paſſan la furia del temporal, ſino dura mucho, y hallandoſe en parte, de donde puedan ganar los llanos, ſe libran del peligro; pero no delos euidentes trabajos, que a el ſe ſiguen.

Todos generalmente traen, que contar dela ſeria, y aunque llorar, porque vnos pierden los dedos delos pies, otros delas manos, otros la viſta, o gran parte de ella, otros quedan liſiados, y con mil achaques para toda la vida; y no me eſpanto, porque aunque aconteſca paſſar ſin tempeſtad, es tal el frio, que alli haze, que es impuſſible dexar de hazer muy grande daño a la naturaleza en aquel tiempo de ſuyo tan elado; pero aun quando ſe paſſan eſtos montes en medio del verano, quando en las partes menos altas ſudamos de calor; en llegando a paſſar la cumbre es meneſter doblar la ropa, y prevenir el eſtomago con coſas calidas paras poder reſiſtir al rigor del frio, y ſutileza del aire, que penetra los cuerpos, ſino van extraordinariamente abrigados.

Entre otras veces, que he paſſado eſta cordillera, fue vna entrado Abril, quando ſe va ya deſpidiendo el Otoño de aquellas partes, y comiença a amenazar el hiuierno; y confieſſo, que era tan intenſo el frio, que parecia de differente eſpecie, que los mas rigoroſos, que he experimentado en las Indias, y en Europa, y como por entonces Aunno havia començado a lloter ni neuar, era el frio tan ſeco, que Abria las manos, y deſollaua la cara, y aun en las meſmas peñas hazia effecto porque me acuerdo, que reſplandecian, y reverberaua el Sol en ellas como en eſpejos: mas adelante tratando del deſcubrimiento de eſte Reyno veremos lo que padecio el Adelantado Don Diego de Almagro con ſu exercito, y los que deſpues le ſiguieron, y paſſaron eſta cordillera. la qual los trato tan mal, que cego a vnos, a otros derribo los dedos ſin ſentirlo haſta que los vian en el ſuelo, porque el ſumo frio quitaua el dolor, y ſentimiento, otros quedaron muertos, y con ellos algunos cauallos, a los quales paſſando deſpues de ſeis meſes otros compañeros hallaron ſus carnes tan freſcas, que la comian, y pata defenderſe del ſummo frio hazian trincheas delos cuerpos muertos y ſe entrauan dentro para repararſe de ſu rigor. y paſſando otros por alli ſeis años deſpues hallaron vn negro delos, que en eſta occaſſion ſe hauian elado arrimado a vna peña en pie, con vn cauallo, que lleuaua de dieſtro, y las riendas en la mano, aunque ya conſumidas. Vea quien quiſiere mas de eſto a Antonio de Herrera decada 5, lib. 10. Cap. 5. y a Garcilaſſo tomo primero.

De eſte frio dela cordillera es neceſſa-
rio