cósmica, el tiempo y la eternidad, lo limitado y lo infinito.” (Laurette Séjourné.
“La ley del Centro”, los Viejos Abuelos la expresaron de manera reiterativa en todo cuanto consistió su mundo material e iconográfico. Lo expresaron en la arquitectura, pues las pirámides y recintos de investigación y estudio son una clara expresión de esta filosofía. Basta observar que la mayoría tienen un patio central y cuatro habitaciones o cuatro pirámides en cada punto cardinal. Las pirámides tienen en general cuatro niveles, cuatro caras y en la cúspide una base que las unifica. Otra forma muy recurrente era señalarlo a través de una flor con cuatro pétalos y un centro unificador Macuilxochitl (cinco flor). También a través de la llamada Cruz de Quetzalcóatl o sencillamente con una equis, un circulo con dos líneas cruzadas en sus grabados, con cinco círculos.
El “quincunce” como lo llama la maestra Séjourné se encuentra como motivo fundamental en los diseños arquitectónicos y artísticos que los Viejos Abuelos construyeron, pintaron, grabaron y bordaron, en pirámides, códices, estelas, textiles, frescos. Bástenos ver con respeto y detenimiento este mensaje filosófico-espiritual, en los vestigios materiales de esta maravillosa civilización. La aspiración fundamental de los Viejos Abuelos, como la de todas las grandes y antiguas civilizaciones, es la TRASCENDENCIA ESPIRITUAL DE LA EXISTENCIA.
“La Unión de los Contrarios en la Religión Náhuatl. La dinámica de la unión de los contrarios está en la base de toda creación, tanto espiritual como material.
Si el cuerpo “brota y florece” su alma, solamente si es traspasado por el fuego del sacrificio, la tierra, a su vez, nos da sus frutos más que penetrada por el calor solar transmitido por las lluvias. Es decir, que el elemento generador no es el calor ni el agua simple, sino una combinación equilibrada de los dos.” (Laurette Séjourné. 1957)
Los Viejos Abuelos se propusieron a través de lograr el equilibrio un camino, similar al budismo, al cristianismo o al islamismo. Pero este camino es diferente para nosotros, en tanto “es el propio- nuestro”, el que nació en nuestras tierras, con nuestra gente y sus experiencias y 137