agua. No podemos negar que en los últimos quinientos años se ha sumado, no sólo el conocimiento de Europa, sino del mundo entero. Pero de la misma manera, no se puede seguir negado la existencia de la sabiduría heredada por los Viejos Abuelos y su indiscutible continuidad. En el “banco genético de información cultural” que existe en cada célula de los mexicanos, están atesorados ocho milenios de experiencia y sabiduría humana.
Querer negar el milenario y complejo andamiaje del pensamiento filosófico del México antiguo, es como pensar que un mamífero pudiera vivir sin un sistema óseo. Reducir a una mal interpretada religión, a un puñado de leyendas y mitos inconexos y a un montón de deidades incomprendidas, llamadas equivocadamente “dioses prehispánicos”, el pensamiento decantado y sofisticado de la Toltecáyotl, es el mayor crimen cultural de la historia de la humanidad, pues se ha tratado de una manera maliciosa de hacer creer que el Cem Anáhuac no poseyó un decantado y sofisticado conocimiento del universo, el ser humano, la vida y su trascendencia espiritual. De igual magnitud y valor, que las civilizaciones coetáneas como la de la China y la de la India. 66