9. LA RELIGIÓN.
La religión en el México Antiguo ocupó un lugar central y preponderante de la vida todos los anahuacas. En parte por la espiritualidad y misticismo ancestral, y en parte, porque el sistema social estaba totalmente inmerso en los valores morales y éticos de la religión del Cem Anáhuac. Todo cuanto se hacía: vida familiar, gobierno, agricultura, salud, educación, arte, deporte, etcétera, estaba complejamente vinculado a los aspectos de la religión. Como toda religión ancestral, la nuestra buscaba la trascendencia del “Ser” espiritual más allá de la muerte. La vida eterna a partir de la conciencia.
“¿A dónde iré?
¿A dónde iré?
El camino del Dios Dual.
¿Por ventura es tu casa en el lugar de los descarnados?
¿Acaso en el interior del cielo?,
¿O solamente aquí en la tierra es el lugar de los descarnados?
...
¿Acaso de verdad se vive en la tierra?
No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí.
Aunque sea jade se quiebra,
aunque sea oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra,
no para siempre en la tierra: sólo un poco aquí”.
(Cantares mexicanos)
Para entender al México antiguo es muy recomendable conocer las formas de vida y valores, de los pueblos llamados “indígenas” que hasta nuestros días guardan celosamente los milenarios valores y principios espirituales que los engendraron desde la invención de la agricultura hace ocho mil años y que en síntesis buscan acercar al ser humano con lo sagrado y lo divino, con lo trascendente e inconmensurable.
“Finalmente llegamos a la veneración de Dios en la forma de ideal elegido por uno mismo. Los hindúes han representado a Dios de 67