Página:Historia de Cristóbal Colon y de sus viajes - Tomo I (1858).djvu/298

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Con reiterados mensajes pidieron al almirante visitara una aldea vecina antes de irse, y como se encontraba en su camino, fué á ella. El cacique, que habia salido á su encuentro, esperaba en un otero, rodeado de su séquito é infinidad de sus vasallos. Todos rogaban al jefe de los viajeros celestiale's que no se fuera, y permaneciese á su lado; como asimismo los enviados de otro cacique, que llegaron á suplicarle, suspendiera la partida hasta que su amo hubiese podido verlo, en lo que vino gustoso. Tenia preparado el cacique gran cantidad de víveres, y después de cargar con ellos á las embarcaciones españolas, sus subditos quisieron á su vez abastecerlos, y regalarles loros. Pedian coii gritos descompasados, que el almirante no se fuera, y como lo viesen embarcarse, á pesar de sus instancias, lo siguieron en canoas á los buques. Tratólos Colon cariñosamente, y dioles cuentas de vidrio, sortijas de cobre y cascabeles, no porque ellos lo importunasen por tenerlos como dice Las Casas, sino "aporque le parecia conveniente, y los consideraba ya como cristianos".

Es indudable que el anuncio de estos estranjeros maravillosos preocupaba los mas apartados pueblos de la isla, porque durante la corta ausencia del almirante, un cacique de la parte O. vino en derechura á bordo, para visitarlo, y la víspera otro que residía á tres leguas de distancia, llegó para hablarle de oro.

El Sábado 22 de Diciembre el señor mas poderoso del pais, el gran cacique Guacanagari, magnate joven y de jentil apostura, deseando á su vez conocer á los hombres venidos del cielo, envió á uno de sus primeros vasallos, para invitar al almirante trajese sus baques cerca de su residencia, y ofrecerle un cinturon, del cual pendía á guisa de limosnera, una máscara de madera lijera; pero cuyas descomunales orejas, lengua y ojos eran de oro puro. El enviado no comprendía apenas el habla de los indios de San Salvador, y á estos les sucedia otro tanto con él, lo que hizo que pasaran una parte