Página:Historia de las sociedades secretas, antiguas y modernas en España y especialmente de la Francmasonería - Tomo I.pdf/358

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

al fusilar á aquellos desgraciados cumplió con los decretos de 17 y 21 de Agosto de 1825 contra los conspiradores. Aquel general, descubierta una conspiracion militar en Barcelona, hizo con aquellos militares y paisanos complicados en ella lo que habia hecho con los realistas sublevados en 1826 con gran frúicion de los liberales

Por aquel tiempo, y cuando se andaba ya en los preliminares de la cuarta boda del Rey, cometieron los masones el ruidoso atentado contra Eguía, capitan general de Galicia. «Los expatriados españoles, dice el biógrafo anónimo de Fernando VII , enviaron al furibundo (por lo visto, los asesinos eran mansos) D. Nazario Eguía un pliego con el sobre de muy reservado, y al abrirlo el general, inflamáronse con el contacto del aire las materias que contenia, y abrasáronle la mano derecha, que perdio enteramente. En 13 de Noviembre el Rey le concedio el poder firmar con estampilla, por haberse inutilizado en su servicio.»

Segun mejores noticias, no fueron los expatriados, sino los masones españoles, quienes pusieron por Obra aquella innoble venganza. La carta llevaba dos sobres, el uno á la capitanía general, y el interior contenia la nota de muy reservado. El sobre exterior no era del extranjero, sino de la estafeta de Leon o de Lugo, pues aparecía algo borrado intencionalmente, y esto dió lugar á que se presumiese la complicidad de algunos empleados de correos, la cual no pudo probarse. Las sospechas recayeron principalmente sobre la francmasonería de Lugo, si bien corrió la voz de que viajeros de mala traza habían depositado la carta en aquella estafeta. Se hicieron várias prisiones, pero nada se logró averiguar con certeza . De sus resultas principió á usarse en algunas oficinas un sencillo aparato de hierro para abrir los pliegos, por temor de que la. francmasonería continuára repitiendo análogos atentados con otras autoridades.

Las sublevaciones militares , invasiones á mano armada y continuas conspiraciones que hubo en los años siguientes, y sobre todo desde la caida de los Borbones de Francia, me recen parráfo aparte, y en él quedará más y más patente la actividad de las sociedades secretas durante los últimos tiempos del reinado de Fernando VII