Esta página no ha sido corregida
178
Historia de un amor turbio
Durante media hora la conversación prosiguió, muy cordial.
—Mercedes! — recordó la madre. Café, Rohan?...... Cierto, usted no tomaba de tar— de...... Y su estómago?
se rió.
—Bien, no siento nada ya. Sí, café. Mercedes tornó á salir y al rato la madre se levantó.
—Me permite, Rohan? Desconfío mucho de la habilidad de mi hija.......
Quedaron solos. Rohan sintió que no era posible estar callados y rompió jovialmente:
—Quién nos hubiera dicho, verdad? Volver á vernos á los cinco años.....
Eglé se sonrió.
—Cierto; yo creía que nunca más nos veríamos.
Pero es peligroso jugar con los pretéritos.
Yo creí. Eso era antes, cuando iba á Lomas..... Otra vez estaba delante de ella, de su Eglé. El posesivo le evocó de nuevo la tarde I