Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/190

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
190
Historia de un amor turbio

Roto el hielo, á los diez minutos volvieron nuestros locos. Aunque sin perder una palabra de lo que oía, Díaz se mantuvo aparte del ardiente tema; no era posiblemente de su predilección. Por eso cuando Lugones salió un momento, me extrañó su inesperado interés. Contóme en un momento porción de anécdotas las mejillas animadas y la boca precisa de convicción. Tenía por cierto á esas cosas mucho más amor del que yo le habíasupuesto, y su última historia, contada con honda viveza, me hizo ver entendía á los locos con una sutileza no común en el mundo.

Se trataba de un muchacho provinciano que al salir del marasmo de una tifoidea halló las calles pobladas de enemigos. Pasó dos meses de persecución, llevando así á cabo no pocos disparates. Como era muchacho de cierta inteligencia, comentaba él mismo su caso con una sutileza tal que era imposible saber qué pensar, oyéndolo. Daba la