Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/74

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
74
Historia de un amor turbio

La joven se rebeló.

—Qué hago yo?

Rohan la miró con toda la rabia que le producía ese vil coqueteo.

—Lástima que no pueda decirle nada!—concluyó amargamente, volviendo los ojos á la calle.

Prosiguieron, mudos. Detuviéronse una cuadra antes de Temperley, debajo del farol, mirando ambos obstinadamente á Mercedes y la madre que avanzaban bajo el umbroso cenador de los paraísos.

Eglé se volvió á él.

—He hecho mal?—le preguntó con la voz sumisa.

—Claro!—respondió violentamente sin volverse. Y continuó mirando á lo lejos, el ceñio contraido, y dolorido hasta el fondo del alma.

Volvieron, Rohan esta vez con Mercedes, pero presa de un seco mutismo. Al llegar