Página:Historia de una anguila y otras historias.djvu/199

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
193
HISTORIA DE UNA ANGUILA

nías un genio difícil y sombrío; mas todos sabíamos que bajo ese aspecto rudo latía un corazón fiel de buen amigo.»


Repentinamente nótase en el orador algo extraordinario. Fija sus miradas en un punto, da visibles signos de agitación y permanece callado con la boca abierta.

—¡Pues si está vivo!—exclama con voz temblorosa, volviéndose a Poplavsko.

—¿Quién está vivo?

—¡Prokopi Osipovitch! Ahí está, al lado del panteón.

—¡Es natural! ¡Como que no se ha muerto! Quien ha fallecido es Kiril Ivanovitch.

—¿No me dijiste que vuestro secretario se había muerto?

—El secretario era Kiril Ivanovitch. ¡Tú, que lo embrollaste! Prokopi Osipovitch fué secretario; pero hace dos años que lo trasladaron al segundo departamento como jefe de sección.

—¡Que el demonio lo desenrede!...

—¿Y por qué te callas? ¡Sigue! Te están mirando.

Zapoikin vuélvese hacia la tumba y prosigue su discurso interrumpido.

Al lado del panteón, en efecto, hállase Prokopi Osipovitch, hombre viejo, de cara afeitada, que mira al orador frunciendo el ceño.

—¡Valiente plancha la tuya!—le dicen los empleados al regresar del cementerio con Zapoikin—. Has enterrado a un hombre vivo.