Ir al contenido

Página:Historia general de el reyno de Chile - Tomo I.djvu/142

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
61
HISTORIA DE CHILE

ro de vaxa mar apenas pescaron catorze pies de fondo, de tal suerte, que la popa de la Concordia se sentó en unos arrecifes: favorecióles la tranquilidad que gozaba el mar y un suave viento que soplara por el Este, que si saltara el Occidental sin duda ubiera peligrado. Mexoráronse a estacion mas segura, limpiaron y dieron carena a los vageles, y hizieron leña y aguada y provision de pescado y paxaros niños, y estando ya para proseguir el viage, perdieron el Patache con un impensado incendio, procedido del beneficio de la carena; salvaron la gente, artilleria y otros pertrechos.

Dexaron este puerto a treze de enero de 1616, y a diez y ocho dieron vista a las islas Sebaldinas, y passándolas, tiraron al sur. A veinte tomaron altura en cincuenta y tres grados, apartados de la tierra de Magallanes casi veinte leguas: ya en aquel parage vieron muchas yerbas marinas y notaron que las corrientes iban con estraña raqpidez y violencia hazia el poniente del mar del sur. Y a veinte y cuatro descubrieron tierra en cincuenta y cuatro grados y cuarenta y seis minutos. Descuéllanse tres altissimas cumbres de tres cerros cargados de nieve y se prolongan hazia el oriente. El dia siguiente se les manifestaron por el occidente otra línea de empinados montes nevados, y unos y otros se dividian con una anchurosa quebrada, y por ella vieron ir y venir numerosas tropas de Ballenas, Hibartes y varios monstruos marinos que a cada paso se encontraban con la nave y la ponian en contingencia de volcarla. Las corrientes se deslizaban con videntissima rapidez y fragoso mormullo hazia el sur, de donde infirieron que por allí estaba el camino que buscaban para el mar Austral.

Apercevidos de esta congetura, entraron con mucha atencion y desvelo con la sonda en la mano y allaron en lo mas profundo cuarenta brazas de buen fondo, arenoso y limpio, y las riberas rasas y de arena gruesa, muchos pinguines y pescado, aunque en la tierra se levantava arboleda. Entre una y otra punta midieron distancia de ocho leguas de latitud: a la oriental llamaron de los Estados, y a la occidental el pais de Mauricio de Nasau. Continuaron la navegacion, costeando por aquella avertura, en donde reconocieron y demarcaron muy seguros puertos. Y aviendo gastado en esto un dia natural y navegado ocho leguas a lo largo de la costa, entraron en el anchuroso y gran Mar del Sur, llamado por otros el mar Pacífico, forzejando contra las corrientes, que las dos mares chocaban con tanto ímpetu, que se lebantaba y encrespaba el escarceo por encima de la proa, y retardaban el curso del Vagel contra el mas reforzado viento.

Increible fué el regocixo que todos recivieron por aver allado tan afortunadamente un nuevo y fácil Estrecho, de ninguno hasta entonces navegado, aunque de muchos y famosos cosmografos Españoles ingeniosamente congeturado: entre las demas demostraciones de alegria con que aplaudieron la hallada del nuevo transito, fueron tres raciones de generoso vino que dieron aquel dia a cada uno, que en region tan fria serian de singular utilidad y recreacion para la salud, y desaogo del corazon. Confirieron en público concurso de soldados y marineros con que nombre ilustrarian aquel Estrecho, y aunque conocieron, que con mejor derecho y méritos se debia perpetuar el apellido de Escouten, pues era el cabo principal de la empresa y el mas diestro y sabio en el arte nautica, con todo eso prevalecieron las instancias e intelligencia de Jaime Le Maíre, y assi le comunicaron su nombre, el qual persevera hasta estos tiempos en las his-