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de asesor, de las autoridades, sobre higiene pública y en las epidemias, segun se comprueba en varios informes que llevan su firma. A la muerte de Zambrano en 1776, solicitó que se le nombrase protomédico interino y médico propietario del hospital, por ser el más antiguo facultativo del país y hallarse apto para tal desempeño, puesto que el Dr. Nevín «por particular providencia dedicó toda su aplicación á instruirle, cursando diariamente en la Real Universidad, y haciéndole sustentar todas las funciones públicas y secretas hasta conseguir declararlo por perfecto facultativo.» No obstante, habiéndose acordado proveer en propiedad dicho puesto, se llamó á concurso, al cual no se presentó, disputándoselo los doctores Ríos y Chaparro, según veremos más adelante.

Fray Josef Eyzaguirre', médico práctico, muy experimentado, se hizo conocido por sus curaciones de variolosos, en 1760. Desempeñó el puesto de médico del lazareto cuarentenario de la isla de Quiriquina.

En 1762, el único médico que hábía en la ciudad de la Serena era el titulado cirujano Ignacio Zúñiga, que no pasaba de ser un simple aliñador y barbero ignorante, según el cronista don Manuel Concha. [1]

El Licenciado y Doctor fray José Matías Verdugo, de la orden hospitalaria de San Juan de Dios, chileno, fué el primer diplomado de la Universidad, el dia 6 de Mayo de 1764, siendo padrino de la ceremonia su profesor el Dr. Nevín. En atención á la notoria suficiencia de Verdugo, á la escacez de examinadores y á la pobreza de la orden religiosa á que pertenecía el doctorando, se le dispensó el pago de los derechos y propinas reglamentarias, según se lee en el acta del 10 de Abril de 1764. [2]

Dichos archivos tienen los datos siguientes:

«Así mismo se hizo relacion de los autos formados sobre la pretencion del padre fray Matias de Verdugo del orden del señor San Juan de Dios para que se le admitiese a los grados de licenciado y doctor de la facultad de medicina a título de examidador, y sin la propina acostumbrada, dando por motivo para la primera la suficiencia que en los mismos autos califica con los varios instrumentos y certificaciones de haber sido el único que oyó esta facultad por todo el tiempo que duró su lectura y de haberla perfeccionado en la Ciudad de los Reyes,

  1. Crónica de la Serena, desde su fundación hasta nuestros días, 1549-1870. Escritos según los datos arrojados por los archivos de la Municipalidad, Intendencia y otros papeles particulares, por Manuel Concha—La Serena—1871.
  2. Archivo de la Real Universidad de San Felipe.