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dad, importancia y respeto de la profesión á que pertenezco; y siendo yo el primero que tiene la honra de abrir las magestuosas puertas de la medicina al público chileno,—ciencia útil que nos pone en circunstancias de ser útiles al pais—mi pecho se conmueve por un sentimiento de gratitud hácia el gobierno que me ha proporcionado los medios de llenar mis anhelos, y de que mi nombre se encuentre en sus futuras páginas.»

Entrando al desarrollo de su tesis, continúa el Dr. Blest, de esta manera:

«En la historia de la medicina hay tres circunstancias notables¿¿, muy dignas de nuestra atención:

La primera, es el grande esmero y la infatigable constancia con que los fundadores de la profesión se dedicaron á cultivarla.

La segunda, es la poca duración y muy limitada utilidad que resultó de sus doctrinas que no tuvieron por base el exacto conocimiento estructural del cuerpo humano.

La tercera, es la grande y benéfica mudanza introducida en la ciencia al subvertirse totalmente los sistemas antiguos, y que, por tanto tiempo, encadenaron el juicio médico de Europa.

Ha llegado el momento en que los médicos han conocido el absurdo de gobernarse por los dogmas escolásticos de los antiguos escritores.

Los profesores del día no temen desviarse del ipse dicit de aquellos que se han llamado los padres de la medicina.

El influjo del ser intelijente, de Hipócrates, que por sí solo curaba las enfermedades humanas,—los corpúsculos, de Asclepiades—las cuatro calidades, de Galeno—los hechizos ó encantos, de Æetius—los humores crudos y redundantes, de Alejandro—la opinión de Sthal, sobre el poder que ejerce el alma en los medicamentos—la creencia de Hoffmann, de que todas las enférmedades nacen ex vitio motuum microsmicorum in solidis—la doctrina de Boerhave, de la laxitud y rigidez de los sólidos simples—el sistema de expectación—el método químico—el empírico, y tantos otros delirios de los antiguos, que han desaparecido al aspecto brillante y segura luz de la anatomía moderna, haciendo que la medicina sea ya una ciencia de inducción.»

Entra en seguida, el orador, á tratar de la importancia de la anatomía y fisiología, de la patología general, de la semeiótica, de la química, botánica, farmacia y materia médica, pintando un cuadro de su esencialidad en el verdadero y serio terreno de las escuelas modernas.

Pasa, á continuación, á disertar sobre la materia que le corresponde tratar como catedrático de medicina.

Define á esta ciencia que enseña á descubrir, distinguir, pre-