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CENTROS DE FABRICACIÓN CERÁMICA

dad desde Castilleja de Talhara, Juan Alonso, maestro de hacer azulejos y Gonzalo Fernández, maestro tinajero.

Por último, en San Marcos vivían en 1403, Diego Fernández, azulejero y Juan Sánchez, ollero.

Un hecho muy significativo que viene á corroborar la opinión que sustentamos, fué el que tuvimos ocasión de observar al efectuarse el descubrimiento de la hermosa tinaja de estilo árabe granadino que conservamos en el Museo Arqueológico Municipal, la cual fué hallada en la calle Torreblanca, que es una de las del barrio de la Macarena, collación antigua de San Gil. En el mismo sitio en que se hallaron sus fragmentos, encontráronse informes pedazos de barro cocido; y esta circunstancia nos hizo sospechar que en aquel sitio tuvo acaso su taller un alfarero mudejar.

No fué sólo durante el siglo XV cuando vemos diseminados por los barrios de la ciudad á los maestros olleros. En la segunda mitad del XVI tenemos una prueba evidente de este hecho, al tratar de la fábrica de loza establecida en las afueras de la Puerta Real por el italiano Tomás Péssaro, del cual fué sucesor su hijo Jusepe.

Creemos, pues, que si bien el núcleo de la industria artística de que tratamos estuvo siempre en Triana, debió ser la producción cerámica tan excesiva, que, acaso, por eso hallamos con tanta frecuencia datos que acreditan la existencia de alfareros en diferentes sitios de la ciudad. Además, para la venta pública de las vasijas y piezas de vajilla, hubo un sitio especial que se llamó la Alcaiceria de la loza, en la collación del Salvador, calle que hoy existe, y en la cuál, según los datos que consignamos en el ya citado Registro de olleros, tuvieron sus tiendas muchos de los ceramistas de Triana.

Grande fué el desenvolvimiento que alcanzaron todas las industrias artísticas en esta ciudad durante la última referida centuria, é indudablemente, la cerámica, si no llegó del todo á su mayor esplendor, puede asegurarse que dicho siglo fué por decirlo así, el preparatorio del singular auge que en el siguiente obtuviera. Al hablar de los procedimientos técnicos empleados por los olleros del siglo XV no hemos podido citar más que ejemplares