cion perdida, del sitio en que se habia hecho el depósito.
—¿Más qué procedimiento habeis usado?
—Puse nuevamente el pergamino á la accion del fuego, despues de haber aumentado el calórico, pero nada apareció sin embargo. Pensé que la capa de grasa podia influir un tanto en esta falta de éxito y limpié cuidadosamente el pergamino, vertiendo por encima agua caliente, despues lo coloqué en una cacerola de oja de lata, el cráneo hácia abajo, y puse la cacerola sobre una estufilla con carbones encendidos.
Al cabo de algunos minutos, estando la cacerola perfectamente calentada, retiré la banda de vitela, y ví, con una inesplicable alegria, que estaba marcada en muchos sitios de signos que semejaban cifras puestas en líneas. Volvi á ponerlo en la cacerola y allí la tuve un minuto todavia, y cuando la retiré, esta ba tal como vais á verla.
Y aquí, Legrand, habiendo calentado de nuevo el pargamino, le sometió á mi exámen. Los siguientes caracteres aparecieron en color rojo, groseramente trazados sobre la calavera y el cabrito.
53 Dt 305)) 6"; 4826) 4 ); 806*; 48 † 8960)) 85; |I (:1 8t | 83 (88) 5*† ; 46 (;88*96* 2 ; 8) *I ** (;485) ; 5*† 2 :'I (4956* 2 (5*-4) 898*; 4069285)