IX.
William Wilson.
¿Qué dirá? ¿Qué dirá esta conciencia horrible,
Este espectro que marcha en mí camino?
Séame permitido, por el momento, denominarme William Wilson. La página virgen, expuesta ante mí, no debe ser manchada por mi verdadero nombre. Este nombre continuamente no ha sido más que un objeto de vergüenza y de horror, una abominacion para mi familia. ¿Es que los vientos indignados no han esparcido hasta las más lejanas regiones del globo su infamia incomparable? ¡Oh, de todos los proscriptos, tú el proscripto más abandonado! ¿no has muerta nunca á este mundo? ¿á esos honores, á esas flores, á esas doradas aspiraciones? y una espesa nube, lúgubre, ilimitada, ¿no ha estado suspendida eternamente entre tus esperanzas y el cielo?
No querría, aun cuando pudiese, encerrar