Página:In praeclara summorum.pdf/5

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
213
Acta de Benedico XV

en los que todos los fieles creen sin ninguna duda que Cristo participó". Además de estos, Dante tiene en alta estima ‘’los escritos de Asgustín y de otros doctores. A este respecto, dice: ‘’Quien duda de que haya sido ayudado por el Espíritu Santo, no ha visto sus frutos en absoluto o, si los ha visto, nunca los ha probado’’[1].

Verdaderamente Alighieri atribuye extraordinaria autoridad a la Iglesia Católica y al poder del Romano Pontífice, tanto que, en su opinión, son validas todas las leyes e instituciones de la Iglesia que por él han sido dispuestas. De ahí aquella enérgica advertencia a los cristianos: como tienen los dos Testamentos, y al mismo tiempo al Pastor de la Iglesia por el que son guiados, deben sentirse satisfechos con estos medios de salvación. Por lo tanto, afligido por los males de la Iglesia como si fueran suyos, deplora y condena toda rebelión de los cristianos al Sumo Pontífice después de trasladada la Sede Apostólica desde Roma[2], así escribe a los Cardenales italianos: ’’Nosotros, por tanto, quienes confesamos el mismo Padre e Hijo; el mismo Dios y hombre; y la misma Madre y Virgen; nosotros, por quienes se le dijo a aquel que había interrogado tres veces acerca de la caridad: "apacienta, o Pedro, el sagrado redil de ovejas"; ¡oh Roma1, que después de la ostentación de tantos triunfos, Cristo con palabras y hechos confirmó el imperio sobre el mundo, y que Pedro y también Pablo, el Apóstol de los gentiles, consagró como Sede Apostólica con su propia sangre, nos vemos movidos con Jeremías, a lamentarnos no por el futuro sino por el presente, a llorar dolorosamente por ella, como viuda y abandonada; estamos desconsolados al verla tan reducida, no menos que ver la plaga deplorable de las herejías"[3]. Así define a la Iglesia Romana, "madre piadosísima", "Esposa del Crucificado", y a Pedro como juez infalible de la verdad revelada por Dios, a quien se debe sumisión absoluta en las cuestiones que se deben creer y hacer para la eterna salvación. Por tanto, aunque cree que la dignidad del Emperador proviene directamente de Dios, declara que esta verdad no debe entenderse tan estrictamente que el Príncipe Romano no se someta en algunos casos al Pontífice Romano,

  1. Monarchia III, 3.
  2. N.T. Dante se refiere al traslado de Roma a Aviñón, durante el llamado Destierro de Aviñón (1309-1377)
  3. ’’Epistola’’ VIII.