Página:Instrucciones a Los Mayordomos de estancias - Juan Manuel de Rosas.pdf/58

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Si hay trozos o linguetes en que atar los burros, esto es mucho mejor; y en este caso, es excusada la manija; pues repito, que sólo cuando no haya otra cosa, debe atarse en estaca, y esto debe entenderse también en toda clase de animales que se atan a soga. En habiendo trozos desocupados, no deben atarse en estaca, porque de atar en estacas resultan males y pérdidas de animales. Un animal atado en un trozo, si se asusta, pega un tirón, arrastra el trozo y no corta; mientras que atado en estaca, pega el tirón y o saca la estaca, se va y se pierde, o corta y sucede lo mismo.

Cuando una burra está ya mansa, se le despuntará la oreja volteada. Cuando no haya burras paridas que atar, se atarán de las que no lo estén, cuando no sean nuevas de dos años. El capataz debe de cuando en cuando entrar al rodeo de los burros y andar por él dando vueltas, para que se amansen. Los burros deben tenerlos contados los capataces, para saber si les faltan o no. Cuando al recoger los burros, estuviese alguna burra recién parida, sólo se arreará en caso que ella buenamente quiera ir con el hijo, por estar éste bueno y en estado de llegar al rodeo. Si así no fuere, se dejará para recogerla al otro día.

Retajos. - En cada marcación se señalarán con la señal de la hacienda dos potrillos para retajos en cada ciento que se hierren. Estos quedarán cojudos, para rerajarlos a los dos años, y éstos son fuera de los que deben quedar para padres, y de que ya hablé anterior.

Retajos y burros hechores — Sobre el modo y método con ellos deben hacerme frecuentes adverten-