270 PANORAMAS DE LA VIDA
sus caricias mismas, á pesar del disimulo que vela sus adormidos Ojos.
Algunas veces creo que aborrece á Luis; otras que lo ama; pero de cierto, hay ódio en ese amor, Ó amor en ese ÓdiO .......... AER E a
alma de esta mujer! Anoche creía escuchar un ruido en el salon cual si abrieran la puerta que da al campo. Tuve miedo, porque eran las dos de la mañana, mas por ello mismo quise averiguar la causa. Dejé la cama, y avanzando á tientas llegué á la puerta de mi cuarto que abre sobre el salon. Profundo silencio : nada se movia. Quise comunicar lo ocurrido á Inés, y siempre á tientas, dirigíme á la alcoba que ocupa. Entro y me dirijo á su cama. La cama estaba vacía.
vI Flores y abismos
Aura á Rosa
Inés se habia levantado; el lecho vacío, guardaba todavia el calor de su cuerpo. Sorprendióme tanto mas su ausencia en aquella hora avanzada de la