272 PANORAMAS DE LA VIDA
oído, en la esperanza de escuchar algo que viniera á esplicarme la extraña conducta de Inés.
Pero niel mas ténue ruido se hacia oir en el cuarto, donde mas que un ser viviente, parecia que hubiese entrado un espíritu.
A esta idea, poscida de terror, huí hasta el fondo de mi cama, y oculté la cabeza entre las sábanas. Pero el sueño se alejó de mis párpados; y cuando vino, fué acompañado de pesadillas.
Un alegre rayode sol me despertó esta mañana, y su hermosa luz ahuyentó mis terrores, dejando solo en mi mente el enigma inexplicable de la nocturna excursion de Inés.
Sin hablarle de ella, propúseme averiguarlo en sus maneras y en la expresion de su semblante. Con esta idea corrí 4 su cuarto.
Inés dormia con apacible sueño; y sus ropas dobladas con esmero, cual se lo ví hacer anoche, estaban en la misma silla donde las colocara.
—Yo he soñado —me dije—Es imposible hacer todo eso sin ser sentida; y sobre todo, durmir con tal tranquilidad, sin tenerla en la conciencia.
Pensando así, de pié ante Inés dormida, divisé, colgado ante una percha su vestido, cuya orla mojada. habia rozado mi pié desnudo.
La falda de gaza azul, estaba húmeda hasta la altura de la yerba delos campos ....