310 PANORAMAS DE LA VIDA
ventura no pueden compensar el horror de este sufrimiento! »
Bruno levantó la mano.
La sonámbula se interrumpió.
—Copia esa carta! —díjola, con un ademan de autoridad.
Aura hizo un brusco movimiento de repulsa, exclamando con esfuerzo —No!
—Copia esa carta! repitió él alzando la mano sobre la cabeza de la sonámbula, que pálida la frente, el semblante desencajado, dilatados los párpados y brotando gruesas lágrimas que se mezclaban con el sudor que bañaba su rostro, copia sin detenerse, aquella larga página, y despues, soltando el lápiz, dejó caer los brazos ajitada de violentas convulsiones.
Los ojos de Inés brillaron con un gozo diabólico al apoderarse de aquel papel, que guardó preciosamente en su seno .
Cuando Aura despertó, hallábase en los brazos de Inés, sentada en el tronco de un olivo, á la vera del vergel que rodeaba su casa.
—Confiesa, querida—díjola esta riendo—que te has conducido hoy como un muchacho mal criado! ¡Dormirse en las barbas del mago! El pobre hombre perdió todo su latin, y se vió muy apurado. Por dicha llegaron otros en demanda del destino;