BELZU 103
y enla mano el bordon del viagero, subia la áspera senda que conduce á la cuesta. La elevada estatura de aquel hombre, estraña á la raza indígena, fijó su atencion enel caminante, y los ojos de ambos se encontraron.
Cuáles serian su sorpresa y su inquietud al reconocer á Belzu!
Por una rápida inspiracion, cogió bruscamente al guarda por el brazo, y le mostró un águila que volaba sobre sus cabezas, distrayendo de aquel modo la vijilancia del funcionario, mientras el fugitivo se perdia entre los matorrales del camino hondo y pedregoso que desemboca ante el arco del cementerio.
Acostumbrado á las rudas fatigas del soldado, y á favor de aquel disfraz, el proscrito caminó todo el dia y á las siete de la noche atravesaba en una balsa el lago de Titicaca, y pocas horas mas tarde, descansaba libre en el suelo del Perú.
No de allí 4 mucho, hallándose en Arequipa, llamólo de nuevo á Bolivia la revolucion que, encabezada por los jenerales Agreda é Irigoyen, estalló en los departamentos del sur. Belzu se situó en Pomata; y una noche acompañado de algunos bolivianos que proscritos como él, habian venido á reunírsele, pasó el Desaguadero, y se apoderó de la fuerza que lo guardaba; mas bien esta, al reconocerlos sele plegó, entrando de lleno en sus miras.