272 PANORAMAS DE LA VIDA
laboratorio del gran químico que ha hecho el Universo.
Separóse de mí y un momento despues me envió un paquete de plantas frescamente arrancadas de su herbario.
Preparélas segun las prescripciones de mi amigo, y esperé para su aplicacion las primeras horas de la mañana.
Aquella noche, temiendo para mis compañeras de velada la fatiga de largos insomnios, roguélas que se retirasen á reposar algunas horas, y me quedé solo con el enfermo.
Como todas las dolencias, la suya lo atormentaba mucho desde que el sol desaparecía.
Para aliviarlo en aquello que fuera posible, cambiábale la posicion del cuerpo, estiraba los cobertores, alisaba las sábanas.
Al mallir su almohada, sentí entre la pluma un objeto resistente. Rompí la funda y lo extraje. Era una figura estraña, un muñeco de tela envuelto en un retazo de tafetan encarnado.
No pudiendo verlo bien á causa de la oscuridad del cuarto, alumbrado solo por una lámpara, guardélo en el bolsillo y no pensé en él.
A la mañana siguiente hice beber á mi enfermo el jugo de la yerba, díle la frotacion y dejándolo al cuidado de Laura y su amiga, fuí á pasar el dia con