64 PANORAMAS DE LA VIDA
—Vé á cambiarlo, que tienes tiempo de sobra, en tanto que llega el coche á buscarnos, pues quise venir á pié, temiendo entrar con ruido en casa de un soltero. ¿Cuándo dejarás de serlo, Enrique? Cuándo vendrá á estos lujosos salones su divinidad tutelar? ¿Cuánta luz, qué perfume derramaría en esta suntuosa morada una mujer jóven y bella? .... Alina Wilson, por ejemplo.
—¿Y por qué ella mas que otra cualquiera?
—Ingrato¡ ¿no has encontrado alguna vez la mirada de esos grandes ojos azules?
—Si no la conozco, prima.
—Es posible? Pues ella te conoceáti...
quizá demasiado, para su tranquilidad. ..... Pero vé á vestirte, y no pases cuidado por mí, que quiero repasar en tu magnífico piano mí último estudio, una reverie que me tiene loca. Figúrate una sublimidad musical, firmada por un nombre oscuro de mujer, é impresa en Lóndres por G. Gottschallk que me envió el único ejemplar que existe en Lima. Pienso hacer un efecto inmenso en el concierto que va á dar Alina en la próxima Semana. .... Pero, vete, y despacha: pronto primo mio, que la hora avanza.
Enrique dejó á su prima sentada al piano, y entrando en su cuarto, ocupóse aunque con profundo disgusto, en los detalles del tocador.