nosotros que fuimos hombres que dieron la libertad a su patria! ¿Qué? ¿Salimos?
CASIO ¡Sí; en marcha todos! ¡Bruto nos guiará, y nosotros le daremos por séquito los mejores y más valerosos corazones de Roma!
tonio!
¡Atención! ¿Quién llega? ¡Uno de los de An-
Mi señor me encarga que así me arrodille, Bruto. Marco Antonio me ordena que así me postre, y una vez postrado, que diga de este modo: "Bruto es noble, sabio, valiente y leal. César era prepotente, temerario, regio y bondadoso. Di que amo a Bruto y que le honro. Di que temía a César, que le veneraba y le quería. Si Bruto da seguridad a Antonio de que puede sin temor ir a su encuentro y de que ha de convencerle de que César ha merecido la muerte, Marco Antonio no amará más a César muerto que a Bruto vivo, sino que seguirá