enormes cucarachas marrones) y empezaba a tiranos del escenario a la platea” (M,54). Finalmente, el músico es devorado. La calidad inferior del público es remarcada por el narrador mediante expresiones de animalidad: “un enorme zumbido de colmena alborotada”, “una masa negra, como moscas en un tarro de dulce”, “daban la impresión de bandadas de cuervos", “lamentables langostinos sudorosos”, “como una mana- da de búfalos a la carrera", “gritando como una rata pisoteada”, “como un camello sediento”, “como gallinitas cacareantes”. El escaso prestigio de los animales con los que se realizan los símiles subraya la brutalidad y el mal gusto de un público que expone su cursilería en un lenguaje que, en términos de Ramos Mejía, deforma todo lo que toca y crea “mundos de la nada": los asistentes dicen “que en vez de una orquesta son como susurros de voces de duendes” (M,47), “que Mendelssohn había estado bestial, que era una música como de terciopelo y de gasas, y que tenía un romanticismo divino. Uno podía quedarse toda la vida oyendo el nocturno, y el scherzo estaba tocado como por manos de hadas”(M,49). El estilo indirecto Iibreimplica la ironíayla superioridad de un narrador que marca su distinción y su distancia del resto del público por medio de un juicio de buen gusto, escandalizándose con el programa musical de “insolente arbitrariedad estética” (M,44). Sin embargo, el rechazo es expre- sado mediante una forma que no logra del todo la diferenciación que se desea mostrar, por el uso de un registro oral de clase media: “un concierto donde después de Strauss, Debussy, y sobre el pucho Beethoven" (M,44). violinistas, les quitaba los instrumentos (se los oía crujir y reventarse como Un duro cielo conquistado ¡rresistib/emente la imaginación y los sentidos siempre a/borotados de las mujeres, fantásticas de suyo”. (Las multitudes argentinas) “Aurea/a peculiar llena de e■uvios carnales que seduce crescendo minuciosamente construido mediante el lenguaje y la estructura del relato. La ambigüedad de sentido de “esa cosa ge/at¡nosa”(M,50) que ataca al En “Las ménades” la apropiación culmina en antropofagia cultural en un in 36
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Apariencia