espanto, percibe en sí cierta dualidad contradictoria cuando siente que “era entre conmovedor e initante ver el entusiasmo del público por lo que acababa de escuchar"(M,48). Señalamos hasta aquí que la antropofagia colectiva puede ligarse a toda la tradición de rechazo a lo percibido como algo cultural y socialmente invasor. Sin embargo, como se indicó brevemente al comienzo de este artículo, el entusiasmo que culmina en festín devorador puede ser leído también a partir de Ia postura vitalista propia de las vanguardias, explicitada y desarrollada en otros textos de Cortázar, como cuando escribe sobre Rimbaud: maestro se condensa en las palabras del narrador, que aun dominado por el una tentativa para encontrarla Vida que su naturaleza le reclamaba. La desesperación, el insulto, la amargura, todo lo que lo sub/eva ante la contemplación dela existencia burguesa que se ve obligado a soportar, es prueba de que hay en él un hombre ansioso de vivifi“ “Siempre he pensado que el descenso de Rimbaud a los in■ernos (. . .) era a cabo, y hasta las últimas consecuencias, los mandatos de un mani■esto vitaIista-vanguardista: rebeldía contra la cultura, los cánones consagrados, y los convencionalismos (épater le bourgeois), encarnación de Io irracional (lo salvaje, lo primitivo, Io femenino, lo inconciente), y postulación de “otras vías" de conexión entre vida y arte”. En el ensayo “Para una poética” Cortázar compara Ia mentalidad mágica primitiva con la percepción artística del poeta: Las ménades son, desde este punto de vista, masas humanas que llevan principio de identidad, hizo evidente la concepción poética esencial de la realidad (...). Una mera revisión antropo/ógica muestra en seguida que tal concepción coincide (analógicamente, claro) con la noción mágica del primitivo (...). Rozamos aquí la raíz misma de lo lírico, que es un ¡r hacia el ser, un avanzar en procura del ser. El poeta hereda de sus remotos ascendientes un ansia de dominio, aunque no sea en el orden fáctico; el mago ha sido vencido en él y sólo queda eI poeta, mago metafisico, evocador de esencias, ansioso de posesión creciente de la realidad en el plano del ser?” 37 “Cuando alguien a■rmó bellamente que la metáfora es la forma mágica del
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Apariencia